Hola:
Curioso, pero hoy, muy de mañana, me encontrè dos veces con algo sobre “la vida como demolición”, una en un artículo de Arnoldo Krauss y otra , en el párrafo final de “Tiempo” de Aniceto Aramoni, editado por DEMAC, en el año 2000.¿Casualidades?
Les comparto un fragmento de lo que Arnoldo Krauss, publica en La Jornada de hoy:
La Vida como demolición.
“Desde que leí uno de los últimos textos de F. Scott Fitzgerald, La fisura (The crack up), he repetido, infinidad de veces, para mí y con mis amigos, las palabras con las que da inicio a sus reflexiones: “Toda vida es, desde luego, un proceso de demolición”. Para no enterrar al lector, y para incitarlo a no abandonar la lectura o tirar el libro, pocas líneas después escribe: “La marca de una inteligencia de primer plano es su capacidad para concentrarse en dos ideas contradictorias sin perder la posibilidad de funcionar. Por ejemplo, deberíamos poder comprender que las cosas carecen de esperanza, y no obstante estar resueltos a cambiarlas”.
Aunque haya algunos que no pueden soportar concentrarse en dos ideas contradictorias.
Y de Jorge Luis Borges un fragmento de este poema que està contenido en La Cifra:
CORRER O SER
¿Seré apenas, repito, aquella serie
de blancos días y de negras noches
que amaron, que cantaron, que leyeron
y padecieron miedo y esperanza
o también habrá otro, el yo secreto
cuya ilusoria imagen, hoy borrada
he interrogado en el ansioso espejo?
Quizá del otro lado de la muerte
sabré si he sido una palabra o alguien.
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