Hola:
Último día de este 2006. Buenas y malas cosas se quedan atrás y supongo, que igual son las que el próximo año nos depara, mientras la rueda de la vida siga girando.
Salud y bienestar les deseo.
Y remplazamos el seis por el siete con este poema de Borges, escrito en 1922 en Fervor de Buenos Aires
FINAL DE AÑO
Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heràclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil,
algo que no encontró lo que buscaba.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment